Entramos en el tránsito de 13 días de la onda del Perro magnético, que nos recuerda que la energía que vibra es la de aprender a amarnos a nosotros mismos, todo un propósito en un mundo donde a veces lo que más nos cuesta es querernos a nosotros mismos.
Un compañero del mundo cristal para este viaje es la Turmalina rosa, también conocida como Rubelita, ya que este cristal es uno de los que representa mejor el amor incondicional. Es una de las piedras más importantes para el corazón y el chakra corazón, pues enseña la verdadera esencia del amor.
Tiene el poder de movilizar el amor que está dentro de nosotros sobre todo cuando, como mecanismo de defensa ante el mundo actual hemos cerrado el Corazón. Ayuda a concienciar y sanar heridas emocionales. La sanación comienza al darnos amor y mantener la compasión hacia uno mismo. Posterior a este proceso podemos empezar a dar, la Turmalina Rosa nos apoya a sanar esas heridas y abrirnos a amar a otros. Nos conecta con el amor incondicional.
A nivel Psicológico, es clave para trabajar situaciones de abandono y el aferrarse a personas como un mecanismo de defensa para resolver patrones inconscientes de abandono. Es un cristal muy eficaz para procesos de duelo de cualquier tipo.
A nivel Mental/Emocional, es de ayuda en personas posesivas. Libera resentimiento, odio e ira contenida. Ayuda a sanar a quien se siente desvalido o indefenso y a llenar el vacío emocional. Dispersa el dolor emocional y los viejos sentimientos destructivos a través del chacra corazón, que limpia y sintetiza el amor con la espiritualidad. Promueve la paz y la relajación , conecta con tu sabiduría y compasión y estimula la receptividad de las energías curativas hacia el chacra corazón. Simboliza la estabilidad emocional y la propia concepción amorosa del mundo.
Turmalina rosa y el sello perro
A nivel Espiritual, es un afrodisíaco que atrae el amor hacia nuestra realidad tanto material como espiritual. Este cristal nos da seguridad de que amarse es seguro, nos inspira para que confiemos en el amor, y nos confirma desde nuestro interior que es condición indispensable amarte a ti mismo antes de que puedas esperar a ser amado por otros. Este cristal ayuda a compartir el placer físico e íntimo.
A nivel de sanación física nos ayuda a liberar toxinas intestinales y trabaja en retención de líquidos. Apoya en infecciones e inflamaciones. Trabaja en el hígado, en gastritis, trastornos digestivos por tensión nerviosa, contracturas musculares, cáncer de hígado y pulmón, dispepsia, litiasis vesicular, nefritis, hipertensión, miocarditis, insuficiencia cardíaca, varices, varicocele, alergias, depresiones por heridas emocionales, ayuda en neuralgias y a desinflamar el nervio ciático. La turmalina rosa equilibra los sistemas endocrinos disfuncionales, trata el corazón, y trabaja muy bien la psoriasis.
13 días para encontrar el amor en nuestro interior de la mano de la Turmalina Rosa.
Cuarzos y Maestros ©
